¿Tienes problemas para concentrarte?

En la actualidad distraernos es muy simple. Vivimos en un mundo saturado de información y de estímulos que de una u otra manera afectan nuestra mente y los deseados estados de concentración que tanto necesitamos en nuestra vida académica.

¿Porqué nos desconcentramos?

Se ha demostrado que uno de los principales motivos de la desconcentración es la preocupación, entendida como el proceso cognitivo y emocional que involucra la anticipación y el temor hacia posibles eventos futuros negativos, lo cual produce ansiedad, tensión y malestar emocional.

Es decir, nos preocupamos cuando nuestra mente se enfoca repetidamente en problemas o situaciones que podrían surgir en el futuro.

Ahora, la preocupación lleva a la sensación de falta de control y de allí se pasa a una serie de pensamientos rumiativos donde la mente repite una y otra vez los mismos temas sin llegar a nada y sin conseguir una solución satisfactoria.

Si te pasa como a la mayoría de las personas que se distraen por la preocupación, deberías seguir estos consejos para que recuperes el control de tu mente.

En primer lugar deberías empezar por diferenciar las preocupaciones realistas de las que no lo son. Pues las que son verdaderas preocupaciones, son esas cosas que en realidad merecen toda tu atención, y en esos casos, estudiar se convertiría en una distracción frente a la realidad del problema que debes afrontar y resolver. Por ello lo mejor de todo debería ser que dirijas toda tu energía y atención en ese problema hasta que lo resuelvas y luego regreses con tus estudios, de lo contrario no vas a poder enfrentar ninguna de las dos cosas de manera correcta.

Si son preocupaciones no realistas, deberías tener presente que probablemente no las puedas resolver, pues lo más seguro es que no dependan de ti y se trate mejor de una forma inconsciente de sabotaje mental que debes evitar a toda costa.

Ahora, para recobrar tu control, te recomiendo que seas paciente, no vas a lograr dominarte de la noche a la mañana, pero lo que si vas a lograr desde el inicio es a reducir de forma drástica la falta de concentración.

En mi caso, todos los problemas son tratados de forma simple, pues si los puedo resolver, simplemente me pongo a hacerlo sin demora dedicando todo mi esfuerzo a ello. Si no los puedo resolver, simple y sencillamente entiendo que se trata de algo que no depende de mi mismo, por lo que la solución debe estar en otro lado y debería esperar hasta que las cosas se desarrollen hasta que pueda ver la forma de resolverlas u olvidarme de ellas. En muchas ocasiones he visto que muchos problemas se suelen resolver solos, sólo se trata de saber esperar y actuar justo en el momento preciso.

Ahora, si he perdido la concentración, tomo siempre alguna de estas dos alternativas:

En primer lugar, cambio de actividad de inmediato, pues lo que pasa es que no puedo dar espacio a pensar tonterías, por lo que hacer algo completamente diferente a estudiar como jugar o dibujar algo es sumamente relajante y me lleva a un estado mental en el que ya ni tengo presente aquello que me distraía en un principio.

En segundo lugar, si lo primero no funciona, me pongo es escribir sobre el problema, y lo que pasa con él mientras escribo es que logro visualizar que en realidad no se trataba más que de algo que se puede resolver de forma simple, sólo se requería de un poco de calma para pensar mejor las cosas y de esa manera ver que no era tan grave después de todo.

Así que mi recomendación es que entiendas los motivos por los que te distraes, que entiendas lo que es y lo que no es un verdadero problema, para dirigir tu energía en resolverlo o no y luego regreses a tu estado de concentración.